lunes, 30 de mayo de 2016

DESIGUALDADES DE GÉNERO EN LA EDUCACIÓN PERUANA

En la actualidad, podemos ver que la educación peruana sigue presentando un déficit en todo el Perú, tanto en zonas rurales como urbanas. Pero lo que es alarmante descubrir es la brecha que impera en el país entre hombres y mujeres que se forja desde la escuela, marcando la desigualdad entre niños y niñas. Esto desencadena que se refuerce una lamentable realidad: la violencia de género. 

En el documental "La escuela del silencio", producido por el periodista César Hildebrandt Chávez, para UNICEF, se observa diversos casos de la realidad social que les toca vivir a las niñas en edad escolar en Ayacucho (Sierra), Ucayali (Selva) y Lima (Costa). El propósito de este material audiovisual es concientizar a la población sobre cómo la educación peruana puede ser orientada más a fortalecer el desarrollo cognitivo y social de los niños respecto a las niñas.

Así, según investigaciones realizadas por UNICEF, el 76% de personas analfabetas, son mujeres. Y el 85 % de la violencia familiar y sexual hacia mujeres se desarrolla en la etapa escolar. 

Según los datos recogidos por la Red Nacional de la Niña, "Florecer", cuando una niña no culmina la primaria en edad oportuna, es más difícil que continúe la escuela secundaria. Debido a esto, las mujeres de zonas rurales mayores de 24 años tienen menor grado de instrucción que los varones y constituye una población pobre, vulnerable y excluida de posibilidades de desarrollo. 

Se observa el caso de una escuela rural en Ucayali, donde las labores domésticas como barrer el aula de clases o repartir el desayuno es asignada a las niñas mientras que a los niños se les da tareas intelectuales como la lectura en el salón. 

Es importante notar que en las escuelas rurales de la Amazonía y de la sierra, a la hora de recreo, los niños ocupan la mayor cantidad de espacio en el patio, mientras que las niñas permanecen a un lado, reunidas entre sí o mirando a los niños.

De otro lado, las altas tasas de embarazo adolescente constituyen un factor determinante para que muchas niñas dejen los estudios escolares. En Perú, representan el 19 % de la población en las zonas rurales, mientras que en la selva la cifra aumenta a 25%.

El estereotipo de que el varón es superior a la mujer se ve reforzado por los textos escolares donde aparecen mayores actividades realizadas por los varones.

Es necesario señalar que un informe del Instituto Integración reveló que el 15 por ciento de las edificaciones educativas requieren ser sustituidas completamente. Ello por la mala construcción de estas, hasta el mismo deterioro por el paso del tiempo. 

Además, otros resultados demuestran que siete de cada diez colegios rurales no cuentan con servicios de agua ni energía eléctrica; mientras que cada nueve de diez instituciones, no tienen acceso a internet.

Para el año 2016, el gobierno ha planteado subir el presupuesto en educación a más de 24 mil millones de soles, pero aun así es muy poco para superar el déficit.

Otro dato importante es que cuando leen, los alumnos de segundo año de secundaria de colegios públicos y privados tienen dificultades para comprender, incluso los textos más fáciles. Lo mismo ocurre cuando resuelven problemas matemáticos. Esta realidad se muestra en los resultados de la última Evaluación Censal de Estudiantes (ECE), realizada en noviembre del 2015, la cual –por primera vez– incluyó a los más de 486 mil escolares que cursaban ese grado.

No obstante, con el paso del tiempo las políticas educativas han ido mejorando. Hay que resaltar que ello impacta en la gobernabilidad de la educación en el país. El investigador Axel Rivas sostiene que "entre 1990 y 2015 el Perú ha tenido 21 ministros de Educación, casi uno por año, y ello implica que con la llegada de un ministro a la cartera, viene también un cambio de personal y directivos, situación que no ayuda a la estrategia de continuidad de una política pública". 

Por lo tanto, se puede concluir que para reducir la discriminación de género, se debe empoderar a las mujeres en diversos espacios de vida y socialización. Esto es posible si es que son los profesores quienes, mediante recursos y metodología didáctica, fomenten la igualdad de tareas entre niños y niñas. Pues tanto un niño como una niña pueden barrer o ordenar el salón de clases, como también realizar actividades de lectura. Es necesario, que cada maestro inculque a sus alumnos valores  como el respeto mutuo y la solidaridad entre compañeros para que puedan alcanzar objetivos comunes. 

Otro factor es la motivación con la que cada docente debe venir al aula, siempre buscando que los alumnos puedan aprender nuevos conocimientos y reforzándolos con palabras positivas y motivadoras, que fortalecerán el autoestima de los niños.

Solo así podremos ser agentes de cambio en la sociedad, porque para que se pueda crear una escuela del futuro, no deben persistir los paradigmas del pasado en los profesores.







  


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